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No hay ladrón que por bien no venga

Ayuntamiento de Tias

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Teatro de aficionados en Lanzarote

Conferencia de Periferia 2007

 

 

Francisco Hernández

Francisco Hernández

 

Presidente Grupo Esperanza Spínola

 

[Martes, 12 de junio de 2007]

 

Antes de nada quisiera dar las gracias por habernos invitado a participar en estas jornadas donde el protagonismo lo ocupa el teatro de aficionados. Periferia 2007 debe ser el inicio de una revolución cultural tan necesaria en nuestra Isla, revolución para cambiar modos y formas de actuar, revolución para movernos un poco más. Creo que el nombre de “Moviéndonos por la Cultura. Moviéndonos por el Barrio”, explica de algún modo el deseo común de los que aún hoy trabajamos por nuestra cultura, costumbres y tradiciones.

De ese abanico de actividades, el teatro ocupa más de cuarenta años de nuestra vida. Y digo más de cuarenta porque fue en 1959 cuando subí por primera vez a un escenario, desde entonces y hasta la fecha venimos participando con el grupo de teatro de aficionados de Teguise.

El teatro de aficionados de Lanzarote forma parte del patrimonio cultural de esta Isla porque hubo una época en la que la única manifestación cultural era el teatro.

Una semilla que germinó en las casas y plazas de la vieja Villa. A lo largo de esos años hemos compartido la afición por el teatro con estudiar y descubrir la historia de nuestra Isla, buscando en archivos, casas particulares y, sobre todo, en la memoria de nuestros ancianos. Las vivencias, las costumbres de nuestros padres, abuelos y de aquellos que nos dejaron un patrimonio que hemos heredado no para destruirlo, sino para conocerlo, conservarlo y transmitirlo a nuestros hijos.

En ese trabajo de investigación histórica, que tenemos como entretenimiento, hemos localizado varias referencias a las manifestaciones teatrales en Teguise desde hace algunos siglos.

Una semilla que germinó y dio sus frutos para que Lanzarote contara desde 1825 con el tercer teatro de Canarias destinado únicamente para representaciones teatrales, el primero fue el del Puerto de la Cruz en 1823 y el segundo el de Icod de los Vinos en 1824.

El movimiento cultural de los pueblos, no se hace porque cuente con más o menos espacio físico, surge porque hay hombres y mujeres inquietos, preocupados por su pueblo, por su barrio, por la sociedad en la que vive.

Un gran movimiento juvenil afloró en Teguise a principios del siglo XIX de la mano de los Spínola, convirtiendo el teatro de aficionados en la primera manifestación cultural de aquella época. En la prensa y en algunos libros capitulares de entonces quedaron reflejadas las actuaciones, habilidad y preparación de esa juventud, que no sólo hacían representaciones teatrales sino que llevaron a escena varias zarzuelas.

Este gusanillo artístico, contagió también a los jóvenes de otros municipios de Lanzarote y así en 1840 se funda en Arrecife la Sociedad Teatral con un salón de teatro con capacidad para unas doscientas cincuenta personas. Sus representaciones tenían lugar cada dos o tres meses, especialmente en las fiestas patronales y las del Rosario. Una nota de prensa de la época informa de la representación realizada por el grupo de aficionados el día de la Naval, poniendo en escena los dramas: Perder y ganar y trono y El derecho de la primogenitura y el juguete cómico: Una conspiración.

Otra información de 1849 relata como el grupo de aficionados de Teguise nombra una junta directiva en la que figura como presidente don Rafael Vega, ese mismo año y con motivo de la representación de la obra Dos virreyes, el grupo hace público lo siguiente:

“El precio de los boletines será el siguiente, para los de fuera de la valla, una fisca y para los de asiento “ddentro” de la valla una fisca y media y en virtud de que el teatro carece de asientos propios será obligación de los concurrentes enviarlos si gustan sentarse y para recibirlos se señala la hora desde las 3 a las 4 de la tarde”.

En 1858, este grupo de aficionados colabora en varias campañas de tipo religioso y humanitario, representan algunas obras para recaudar fondos para la vacunación de los niños pobres.

Otro gran mecenas de la cultura don Lorenzo Betancort, nos deja algunas referencias de las obras, sainetes y zarzuelas puestas en escena por el Grupo de Aficionados de Teguise, en las fiestas de carnaval, El Carmen, San Rafael, El Rosario, Navidad y Reyes y en numerosos pueblos de la Isla.

Nombres como Ángel Spínola, Severino Bethencourt, Pepe Perdomo, Pepe Luís, Chana y Rita Ramírez, Bernarda Torres, doña Sofía la maestra y Maruca Perdomo, lograron la máxima categoría como Grupo de Teatro de Aficionados.

El mecenas teatral para el pueblo de San Bartolomé fue don Miguel Quesada Saavedra, quien junto a otros jóvenes vinculados a la Parroquia, inicia a finales del siglo XIX, las representaciones teatrales en este pueblo. El testigo de la afición teatral lo recogió el párroco don José Mejías y doña María Ferrer. El periódico local Acción (1932), se hace eco de las representaciones realizadas por el Grupo de Teatro de Aficionados de San Bartolomé. Otra impulsora de la afición fue doña Eulogia González Corujo, fundadora del Grupo de Teatro de Aficionados de San Bartolomé “Raíces del Pueblo”, persona amante de la cultura con quien tuve el honor de compartir algunas Jornadas de Teatro. Pero si hay alguien que haya hecho posible no solo el mantenimiento, sino el potencial actual del Teatro de Aficionados en San Bartolomé es don José Hernández, a quien jamás se le podrá pagar su amor y entrega por las costumbres y tradiciones de su pueblo.

A principios del siglo XX, y con motivo de la festividad del Carmen, el Grupo de Teatro de Aficionados de Teguise representa la zarzuela “Los Africanistas”, haciendo de tiple con 14 años Dolores Bethencourt. Varias obras representadas por este grupo fueron escritas por Francisca y Esperanza Spínola. Doña Catalina del Castillo destacó en su primera representación en la obra “Doña Clarines” y Don Eugenio Rijo Rocha levantó al público de sus asientos por su representación en la obra “Los señoritos”.

El Grupo de Teatro de Aficionados de Teguise, a finales del siglo XIX llevaba el nombre de “Cuadro Artístico”, luego, al dejar la isla el Doctor Alfonso Spínola que había sido su director hasta esa fecha, dando su nombre al Cuadro Artístico hasta que en 1977 se acuerda cambiarlo por “Esperanza Spínola” hasta hoy. Más de ciento sesenta representaciones a sus espalda en esta última etapa. Como aficionados, pero con la ilusión del primer día, cabe destacar entre los aficionados del grupo de Teguise, además de los ya citados, y que dejaron una huella imborrable, las hermanas Manuela y Esperanza Spínola, Don Salvador Jiménez, Maximiano Díaz, el sacerdote José Fajardo Morales y Bartolomé Caraballo Martín.

En Haría, el teatro llegó de la mano de don Enrique Curbelo, quien motivó esta afición en doña Encarnación Rodríguez Lasso, nombre recordado por sus representaciones por los pueblos de la isla. 

En Tías, un grupo de jóvenes capitaneados por Aurelia y Dolores Borges Calero, Margarita Rodríguez Pérez, y las hermanas Ferrera se unen al resurgir del Teatro de Aficionados en el municipio. Al grupo se le unen también Domingo Ferrer y Rafael Martín.

Nuevamente desde la Parroquia de Tías y de la mano de Juana Delgado Morín, Anita Perdomo, Ángela Rodríguez Cabrera, José Reyes y Domingo Delgado Morín, hacen que el teatro sea una manifestación cultural importante en la vida social del pueblo.

El Círculo Mercantil, una sociedad que se convirtió en el epicentro de todas las manifestaciones culturales del Puerto, convirtió también el Teatro de Aficionados en una verdadera escuela popular. Un destacado aficionado del Puerto del Arrecife fue Juan Hernández.

La Sociedad Torrelavega fue otro de los motores de la actividad teatral de Lanzarote, en 1946 crea su Cuadro Artístico “Isaac Viera” de la mano de Nicolás Márquez, contó con el respaldo de los aficionados Agustín Lasso, Gabriel Fernández, Leopoldo Cabrera, Francisco Hernández, Siona Álvarez, Marisa Cancio y Juanita López entre otros.

El Salón Díaz Pérez de Arrecife, fue durante mucho tiempo escenario de las representaciones teatrales de los aficionados de Arrecife. En el intermedio de las representaciones eran amenizados por un sexteto bajo la dirección del profesor Sastre Molina.

Las ganas y deseos de hacer teatro vivió un momento especial en el Puerto del Arrecife con la creación del Cuadro Artístico Lanzarote bajo el patrocinio del Círculo Mercantil. Mas tarde, se incorporan nuevos aficionados formando el grupo Club Artístico de Lanzarote que se reunían en un local de la calle Canalejas trasladándose posteriormente al antiguo Casino, y cuando éste cerró sus puertas, pasaron a un local propiedad de la Parroquia de Arrecife. Aficionados que dejaron huella fueron Maximino Ferrer, Jaime Andel, Aureliano Montero, Juan Álvarez, Juan García, Víctor Rodríguez y Agustín Hernández entre otros.

El Club Teatral de Arrecife pasaría poco tiempo después a integrarse en el Círculo Mercantil, como cuadro del propio centro. Con el nombre de “Epidauro”, logran numerosos éxitos teatrales, de los que se hace eco la prensa regional. El Eco en edición del 10 de febrero de 1966 les dedica un reportaje. Manuel Robayna, Cipriano Betancort y Rafael López, fueron entre otros, miembros destacados de esa época. Entre las obras representadas destacan: Escuadra hacia la muerte, Temple, La Millota, El procesado, Con la vida del otro, Culpable, La Galera, La Consuegra, Este Cura, y La Tía de Carlos. Además el grupo colaboró en algunas representaciones de compañías profesionales que visitaron Lanzarote, como la de Araceli Méndez y la de Walde.

En la década de los setenta aunque existían muchos grupos en la isla, nadie coordinaba sus actuaciones, tendría que llegar el año 1977 para que se viera una acción coordinada entre todos los aficionados al teatro de Lanzarote, así nació el Primer Festival de Teatro de Haría, celebrado en agosto de 1977, organizado por el grupo local Guatifay.

Un año después, tendría lugar la Primera Muestra de Teatro Independiente de Lanzarote, con la participación de los grupos Los Fragosos, CAJ, San José Obrero, Esperanza Spínola, Guatifay, Raíces del Pueblo y Nueva Generación, pero lo más importante es que nacía la ALGIT (Asociación Lanzaroteña de Grupos Independientes de Teatro, su objetivo era lograr un organismo regional de teatro de aficionados, intercambiar experiencias y motivar la creación de grupos de teatro de aficionados en los pueblos de la isla que no lo tuvieran.

En 1981 se celebra otra Muestra Insular de Teatro de Aficionados con el título de Lanzarote 81.
La apatía y el desinterés de las autoridades echaron por tierra el proyecto ALGIT.

De los siete grupos de Teatro de Aficionados que habían generado el proyecto, únicamente dos continuaban funcionando, sumándose luego el grupo Yágalo de San Bartolomé y Regartija de Arrecife.

Félix Martín Hormiga, hace renacer de nuevo la ilusión a los amantes del Teatro de Arrecife, con su grupo en 1973, Zonzamas, que se conoce más tarde como Grupo Regartija mientras José Hernández González, tira del carro teatral de San Bartolomé luchando como siempre como un jabato solitario.

La construcción del Teatro de Tías, la reparación de los de San Bartolomé y Teguise, y las actuaciones que tuvieron lugar en Teatro Atlántida y Los Jameos del Agua, parecían signos de supervivencia del teatro lanzaroteño.

En Arrecife, donde la actividad teatral parecía los ojos del Guadiana, apareciendo y desapareciendo, tiene hoy una luz de esperanza, que no se debe a una iniciativa política, sino al esfuerzo y empeño de un aficionado convertido hoy en profesional, Salvador Leal. Desde aquel Café Diderot, con Losotroh, el TEA, y la creación de su Teatro Estudio ha hecho embarcar en este proyecto teatral a niños, jóvenes y adultos, que si no fuera por este “Quijote del Teatro”, nos hubiésemos quedado huérfanos del noble arte de Talía.

Si podemos extraer alguna lección de todo este recorrido histórico por el Teatro de Aficionados de Lanzarote, es que tenemos que aprovechar la oportunidad de contar con personas inquietas, trabajadoras de la verdadera cultura popular.

Quijotes, jabatos o héroes, pero sobre todo humanos, con el corazón que duele, que sufren ante la indiferencia de los que están obligados por sus cargos a trabajar por la cultura. Quijotes, jabatos o héroes que necesitan el apoyo de todos, porque todos seremos beneficiarios de su gestión. Tenemos que trabajar para llenar de vida los Centro Socioculturales, para romper la monotonía de los barrios.

La historia nos ha demostrado que la cultura y el teatro tuvieron su mayor esplendor cuando se trabajaba desde las Sociedades, hoy, Centros Socioculturales, porque son espacios más cerca del barrio. Lo vimos en el Círculo Mercantil, en Guanapay, en La Imparcial, en La Unión y en el Torrelavega.

No sobra nadie, pero desde luego, no podemos esperar milagros de esa otra maquinaria o caja de sorpresas que con el pretexto de mantener o reproducir nuestro patrimonio, no sólo niegan el apoyo a los que trabajan con las más pobres herramientas por nuestra cultura, sino que nos llenan a porrillo de actos extraños y no demandados, nos inundan de construcciones a lo largo y ancho y hasta las alturas, olvidan nuestro pasado, nuestra identidad, quieren dejarnos un signo eterno que los identifique como nuevos padres de la cultura y de la política.

Por eso tenemos que movernos, tenemos que trabajar, tenemos que tirar pa´lante, para no quedarnos al borde del camino cultural, para no ser aplastados por los que con más dinero y poder, pero sin razón, nos niegan el derecho a vivir dignamente como quisieron nuestros padres, como quieren nuestros hijos, porque la alegría popular de las futuras generaciones depende de lo que hoy hagamos en nuestra familia, en los barrios, en los pueblos.

Todos los aficionados al teatro de Lanzarote tenemos que agruparnos en una Federación Insular, esa es la única forma de rescatar, conservar y potenciar el teatro en nuestra isla, moviéndonos desde la cultura y no desde las alforjas de los profetas de turno. De ahí la importancia de movimientos como Periferia 2007, por eso, y sólo por eso, merece la pena estar aquí hoy.

(Conferencia pronunciada dentro del programa de PERIFERIA 2007 I Encuentro de las Artes Escénicas Amateur de Canarias organizado por “Moviéndonos por la Cultura. Moviéndonos por el Barrio” el jueves 26 de abril en la “Sala Librada” del Teatro Estudio Arrecife en la Sociedad de Altavista de Arrecife).

 

 

PROYECTO PERIFERIA 2007

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